el eterno dilema entre valor y precio, no? creo que parte de la solución está en saber que nunca los podremos equiparar, porque el valor tiene que ver con las personas (con nombre y apellidos, ahí es nada) y el precio tiene que ver con el mercado. Al final se trata de encontrar (o ir buscando) un equilibrio y de elegir, que precio le pongo a mi producto servicio.
Me gusta mucho (y tomo nota) de esa expresión “valor de proyecto” que, a mi, a primera vista, me hace en el largo plazo, en lo que el cliente conseguirá más allá de la ejecución del proyecto (está poniendo las bases para algo nuevo, está consolidando un valor de ese cliente, …). Y la lectura que hacéis, Laura y Juanjo, lo hace aún mejor; es “lo que se da por añadidura”, no?
Por eso, como dice Ester, tendríamos que separa la dualidad estético/útil, porque lo puramente estético tiene una utilidad clara, ser un símbolo. Y eso puede no ser nada o puede ser mucho.
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Por: Sonia
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